Lisos atemporales, ¿qué color va contigo?
En torno al color hay mil teorías y creencias. Cada tono emite señales que tu cerebro traduce activándose, relajandose e, incluso, aumentando tu apetito. Por ejemplo, el tono azul es el mejor para transmitir serenidad, pero sería una pésima idea usarlo en el comedor, porque inhibe nuestra sensación de hambre.
Bajando al mundo de la decoración, en el dormitorio vamos a buscar crear un ambiente relajado y muy sosegado, por este motivo, los juegos de sábanas y fundas nórdicas en tonos lisos son una gran elección.
Para ponértelo más fácil, recorremos las colores más comunes y vemos las mejores combinaciones, para dar ese giro que tu habitación está pidiendo a gritos.
¡Todo al blanco!
No es casualidad que en los hoteles de todo el planeta, las sábanas que se utilizan son de color blanco. Erin Hoover, vicepresidente de diseño de las cadenas de hoteles Westin y Sheraton, afirma que las sábanas blancas siempre son sinónimo de lujo y ostentación.
Si al entrar en un cuarto vemos una cama en este color, siempre asociamos esa imagen al mejor descanso posible. Si te parece un poco soso para tu cuarto, siempre puedes optar por algunos cojines con flores o estampados neutros, que no rompan esa estética tan pura.
Beiges y cremas, la paleta de los tonos tierra
Son los colores más acogedor que existen, siempre van a combinar con todo y, junto con el blanco, son los más luminosos de toda la paleta cromática.
Tiene algunas particularidades muy interesantes, como su capacidad para adquirir diferentes tonos según la luz del día y lo bien que contrasta en ambientes con madera y blanco. De hecho, si tienes un cuarto minimalista o muy nórdico, esta gama cromática va a suavizar todo.
Por supuesto, encaja con fibras naturales como las alfombras de esparto, los muebles de mimbre o los detalles de macramé, propios del estilo boho.
Si quieres algo versátil y que siempre encaje, muévete en esta paleta y complementa con algún cojín en un tono mas vibrante como los mostaza, naranjas o rojos.
Verde, ¿nos vamos a la campiña inglesa?
El verde puro no solo va a transmitir calma y favorecer la concentración, si no que puede renovar tu dormitorio con un toque rústico.
Juego de sábanas Verde Greenery
Decántate por una funda nórdica lisa o elígelo en cojines y pequeñas dosis. A la hora de combinar puedes darle luz con el blanco, apostar por contrastes atrevidos con el rosa (en nuestra colección tropical tienes algunos ejemplos) o apostar todo a la serenidad con beiges y cremas.
Rosa, el color de moda
En pocos años ha pasado de las cunas de bebé a todas las camas de la casa. Su suavidad y dulzura lo hacen perfecto en el dormitorio. De hecho nuestras cuentas favoritas de Instagram han apostado por el en muchas ocasiones.
Casi siempre combinado con grises, blancos o beiges que no le restan protagonismo, nos gusta por su estética nórdica. ¿Un plus? Combínalo con maderas muy claras y cojines con estampados geométricos sencillos.
Mostaza, el color de la luz y la vitalidad
Tradicionalmente, pensamos en blanco o beige al hablar de tonos versátiles y fáciles de combinar, pero ¿puedes pensar un color que no case bien con el mostaza?
En la imagen funda nórdica topos amarillos
Este tono aporta luz y vitalidad, lo que le hace perfecto para usar en habitaciones pequeñas o estrechas. Junto con la madera crea una estancia acogedora y se puede mezclar con blanco y negro para darle más personalidad o con rosas para un acabado más femenino.
En la imagen funda nórdica de Cruces Scandi con fondo amarillo
¿Qué combinación de color te gusta más? ¿Qué color aún no te has atrevido a llevar a tu cuarto?
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