Tendencias para otoño, las bases de la neuroarquitectura
Entrar en una casa y sentirte bien desde el minuto cero, recordar lo bien que dormiste en un hotel concreto o tener la sensación de haber estado antes en un sitio... Son pequeñas anécdotas que todos recordamos y que nos hablan del poder de la neuroarquitectura.
Los espacios hablan con nuestro cerebro y transmiten emociones sin que seamos conscientes. Por ejemplo, los techos altos dejan volar nuestra imaginación, mientras que los bajitos nos aportan protección.
Si ponemos la vista en la decoración, constatamos el papel básico que juegan los colores y las texturas para hablar a nuestro cerebro y conseguir que nos sintamos mucho mejor.
Si tu objetivo este otoño es llegar a casa, echar el cerrojo y sentir que entras en tu refugio, toma nota de las tendencias que te harán sentir bien.
Blanco + beige, la mezcla de luz y calma
La llegada del otoño significa la llegada de los días más cortos, la vuelta a la rutina y una luz anaranjada que hará tu casa mucho más acogedora.
Aprovechando este regalo, viste tu hogar con textiles en tonos blancos (aportan luz y sensación de limpieza) y beiges para favorecer ambientes más relajados. De hecho, la mezcla de los dos es perfecta para jugar con muebles de madera.
Funda nórdica marrón tostado en casa de La casita de Mara
No solo pienses en tu cama, sino que apuesta con cojines de estos tonos para el sofá y renueva tu comedor con un mantel en mostaza para las mesas de otoño.
El azul y el verde, rescátalo del verano
Entrar en el otoño no significa renunciar al estado de paz y sosiego que nos transmiten colores como el verde y el azul. La vuelta al estilo rústico y a la naturaleza va a continuar teniendo mucha fuerza.
Funda nórdica Liberty en casa de Marta House
En la cama la colección Botánica será un referente si buscas no perder este toque elegante y sutil del nuevo rústico. En el resto de la casa, algunos detalles como el papel pintado de hojitas o los vinilos de girasol crearán ese efecto.
De hecho, en el ámbito de la neuroarquitectura está demostrado que ver una foto, una lámina o un dibujo de la naturaleza tiene las mismas reacciones en el cerebro que estar presente en ella.
¿Qué pasa con los peques?
Dentro del estudio de la neuroarquitectura los dormitorios infantiles también tiene su espacio. Aunque antes se tendía a decorar con muchos colores e incluso pecar de saturar un poco la decoración, ahora se busca justo lo contrario.
Funda nórdica mini topitos marrón en casa de Nina Clave
En textiles para la cama podemos apostar por colecciones más suaves, beiges y marrones, que combinados con cojines de animales o de motivos más alegres vistan la cama.
Por su parte, los tonos azules y verdes estarán presente en la zona de trabajo para favorecer la concentración del pequeño.
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