Neuroarquitectura, tu hogar habla con tu cerebro
¡No nos hemos vuelto locos! En el año 2003 en San Diego, en Estados Unidos, se fundó la Academia de Neurociencias para la Arquitectura. Este era el germen de las bases de la neuroarquitectura, una ciencia cada vez más utilizada para crear esas casas acogedoras y tranquilas.
Si queremos explicarlo con palabras sencillas, podemos decir que la neuroarquitectura analiza como la decoración es capaz de modelar tu cerebro y generar un diálogo para él.
En la imagen la funda nórdica Big Flow en color malva
Si hemos conseguido despertar tu interés, toma nota de estas pautas para cambiar tu casa y transformarla para siempre.
1. Diálogos íntimos entre la decoración y tú
Colocar fotos de viajes, recuerdos o ilustraciones con un significado en nuestro dormitorio consiguen que tu cerebro conecte rápidamente con la decoración. Además, el dormitorio es la parte más íntima de la casa y nos podemos permitir esta conexión.
En la imagen la funda nórdica en tono Arena
De esta forma, vamos a acrecentar la sensación de refugio, por supuesto, la luz también ofrece estas sensaciones. Mantén siempre una luz muy suave, con cortinas que filtren el sol y lámparas con luces amarillas. Por supuesto, prohibidas las pantallas y el móvil.
2. La altura del techo marca tu dormitorio
Hay estudios de arquitectura que estudian cada vertiente de la vivienda antes de hacerla, para conseguir estas percepciones. Lógicamente, tu casa ya está construida, pero puedes tener en cuenta como la atura del techo manda mensajes a tu cerebro.
En la imagen la funda nórdica Rain Azul
Los techos altos dan luz y generan espacios de apertura, mientras que los techos más bajos refuerzan el recogimiento y la tranquilidad. De hecho, si tu techo es abuhardillado, reserva la parte más baja para poner una butaca o crear rincones de lectura.
3. Más plantas igual a menos estrés
Si eres de las que siguen pensando que las plantas te roban el oxígeno, es el momento de superar esta falsa creencia. De hecho algunas purifican el aire y son aconsejables en el cuarto.
En este sentido, la neurociencia evalúa como la presencia de plantas y el color verde mandan una sensación de paz y calma al cerebro. De hecho, es un tono que se aconseja en cuartos infantiles porque favorece la productividad, el aprendizaje y la concentración.
En la imagen la funda nórdica Tria
4. ¡Mucho cuidado con el desorden!
Es una tema recurrente en el blog, por qué es verdad que el orden y la limpieza es básico. De hecho, muchas personas relacionan directamente limpiar con sentirse más felices.
La neuroarquitectura postula que recoger y limpiar todo acelera la producción de oxitocina y serotonina. Al mismo tiempo, un ambiente desordenado nos hace pensar más despacio y de forma confusa.
En la imagen la funda nórdica Rain en salmón
5. El cambio genera vida
Entrar en una habitación nueva y la expectación son dos sensaciones que vienen de la mano. Mover los muebles dentro de una estancia o jugar con diferentes textiles, son dos de las pautas más sencillas para provocar este cambio.
Elige varias fundas nórdicas para cambiarlas cada semana o elige cojines diferentes según la estación. ¡Ante todo no dejes que tu cama te aburra!
¿Habías escuchado hablar de la neuroarquitectura? ¿Vas a poner en práctica alguno de nuestros consejos?
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