Sacos nórdicos infantiles, el secreto de la cama perfecta
Empiezan las primeras noches y madrugadas de frío y la situación se repite en todos los hogares. Madres y padres andando por el pasillo para ver si el peque está arropado y calentito... ¿Te suena?
Los sacos nórdicos para peques son la mejor solución para su cama, para las noches de frío y hasta para empezar a darles sus primeras responsabilidades. ¿Quieres saber por qué?
¡Adiós a los pies fríos!
Los sacos nórdicos consiguen que estén más calentitos toda la noche. Al cerrarse con cremallera ellos no se pueden desarropar. Por supuesto, siempre teniendo en cuenta que se mueven mucho y necesitan espacio, por ello se confeccionan con un muelle de tela interior que les permite moverse sin problemas.
¡La cama hecha antes de irse al cole!
El mecanismo de cremallera que queda totalmente cubierta es esencial para que la cama se haga fácil y de forma muy rápida. Consiguiendo que desde peques puedan ser ellos los que la hagan.
Del mismo modos, está pensada para camas complicadas como literas, camas nidos o muy pegadas a la pared.
Más cómodos todo el año
Los sacos nórdicos están disponibles en varios estampados. Desde los topos hasta dinosaurios o geométricos para los más mayores. En el interior siempre se fabrican con algodón percal de 200 hilos para la mayor suavidad, al mismo tiempo hay sábanas bajeras que se venden por separado para cambiar la cama sin tener que cambiar todo.
El relleno de los sacos nórdicos lo encuentras en distintos grosores, así nos aseguramos de poder usarlo en entretiempo, en las noches más frías y hasta el verano a modo de sábana.
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